LO PRIMERO QUE SE PIERDE

Ignacio F. Zabala Revista "Veinte"Abril/Mayo 2001



Vivimos entre contradicciones

 

 

 

La primera tetrapléjica en Harvard

El ecuador del curso no tiene por qué ser un mal momento, pero tiene bastantes papeletas. El veranete queda lejos (por delante y por detrás); los exámenes de febrero... ya han pasado; el panorama profesional o afectivo puede que sea más negro que las antenas de un grillo; sigues cometiendo los mismos errores que el año pasado por estas fechas; tienes un imán de broncas; no deja de llover en este país... En fin, ha habido ocasión de desesperarse montones de veces.

Habrás oído que "la esperanza es lo último que se pierde". Ya. ¿Entonces, por qué se oye con cierta frecuencia "el mundo es un asco"; "qué basura"; "todo el mundo va a su bola"; "es imposible —no puedo— es inútil? Hay gente que se toma las cosas de otra manera. Observa esto.

Brooke Ellison, en su habitación de
Harvard junto a su madre.
Brooke Ellison, norteamericana, 21 años. Hace poco presentó su tesis doctoral: El factor esperanza en adolescentes con gran capacidad de recuperación. El curso pasado se licenció en Psicología y Biología por la Universidad de Harvard con media de sobresaliente. Se ve que es listonga, además de haber sido la primera tetrapléjica que obtiene un título en Harvard.

Ellison fue atropellada el día que comenzaba séptimo curso (12-13 años). Se fracturó el cráneo, la columna vertebral y casi todos los huesos grandes del cuerpo. Tenía pocas esperanzas de sobrevivir, pero después de 36 horas en coma se despertó tetrapléjica.

Cuando lo extraordinario es normal

Maneja su silla de ruedas y el cursor de la pantalla de su ordenador tocando con la lengua un teclado numérico colocado en el paladar. Ha hecho los trabajos de la universidad al dictado —en un ordenador que se activa por la voz— y consiguiendo toda la información que podía a través de Internet.

Ellison afirma que esto no tiene nada de extraordinario. "Simplemente así es mi vida. Siempre he pensado que, sean cuales sean las circunstancias a las que me enfrento, es cuestión de seguir viviendo y no dejar que lo que no puedo hacer defina lo que puedo hacer"

Precisemos qué es la esperanza

Según Rick Snyder, psicólogo de la Universidad de Kansas, ésta es una característica común en las personas con esperanza. "¿Pero qué es eso?". Ya voy. La esperanza no es sólo optimismo y tampoco es cuestión de inteligencia. Es la manera de pensar sobre lo que uno quiere conseguir en la vida, es decir, la capacidad para definir metas, la selección de la ruta para alcanzarlas y la motivación necesaria para caminar por ese trayecto. Una persona con esperanza enseguida planifica cómo superar los obstáculos. En cambio, quienes no la tienen, ante ese mismo obstáculo, piensan: "Uf, ya verás, fracaso nuevo a estribor".

Tú, ¿de quién eres?

Para ser esperanzados


TRUCOS ESPERANZADORES

—Huye del optimismo simplón para no estrellarte contra la realidad. La esperanza no es un consuelo para niños ni un narcótico para ingenuos.

—El mundo no se acaba prácticamente ninguna de las veces que uno dice "esto es lo último". Quizá te sirva este viejo adagio: "Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te afliges? Y si tu mal no tiene remedio, ¿por qué te afliges?".

—Teme menos al futuro y pon más coraje en el presente.

—Sé previsor para esquivar los males evitables. La esperanza no es una resignación tonta sumada a un optimismo ingenuo: es una ayuda para transformar la realidad y así evitar en lo posible esos males.

—Interésate por las metas de otras personas tanto como por las tuyas.

 

 

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