NINOSKA MORAL MERINO, PERIODISTA TETRAPLÉJICA

"Los medios son poderosos porque hacen mucho daño a los políticos"

MARCOS SÁNCHEZ, FOTO: EDUARDO BUXENS. Diario de Navarra, al 17 de marzo de 2002

Cuando una vida puede seguir y construir a pesar de tan gran handicap, mientras otros mucho menos desfavorecidos, también en ejercicio de su libertad, deciden claudicar, parece claro que libertad no es indiferencia        

        ERAN las dos de la tarde del 21 de marzo de 1983. Calle Iturrama, en Pamplona. Ninoska Moral Merino, que entonces tenía siete años y estudiaba primero de EGB en el Santo Ángel, volvía del colegio a casa para comer. Al cruzar la calle, algo se le cayó en la carretera y ella se detuvo a recogerlo. No paró en cambio un coche que, pasado de velocidad, se la encontró de bruces.

        Moral, pamplonesa de 26 años, se rompió en el accidente las dos primeras vértebras cervicales, lo que le provocó una tetraplejia de grado máximo. Sólo puede mover la boca, y vive gracias a un marcapasos, un respirador artificial y a la permanente atención de su padre, Dionisio, con quien forma un buen equipo en el estudio: él le pasa las páginas de los libros y los apuntes.

        Así, página a página, Ninoska Moral ha superado EGB, BUP, COU y le resta alguna asignatura optativa y de libre elección para licenciarse en Periodismo en la Universidad de Navarra. Escribe en el ordenador con la boca, mediante un "ratón" adaptado, y actualmente participa en la creación de "Goroabe", revista de la coordinadora de discapacitados, y colabora con EGN.

        —¿Qué es lo que peor lleva en su situación?
        —Que tengo que estar dependiendo de alguien durante las 24 horas del día. Pero no queda otro remedio. O eso, o derrumbarte.

        —¿Cuántas veces ha recordado el accidente que sufrió?
        —Se me olvidó. Me cambió la vida de la noche a la mañana, pero te acostumbras. Al principio cuesta asimilarlo. En ciertos aspectos es mejor que te pase algo así de niño que de adulto, y, por supuesto, que no te pase nunca.

        —¿Y si ahora se encontrase con quien le atropelló?
        —Era una mujer. Sin más...

        —¿Qué consejo daría a alguien que hoy le pasase lo mismo que le ocurrió usted?
        —Depende de la capacidad de cada uno. En una situación así los familiares son importantísimos. Y en el 95% de los casos la carga del cuidado se la lleva la madre.

        —Respecto a eso el suyo es un caso especial: su madre falleció cuando usted tenía 17 años y su padre se ha encargado de su cuidado desde entonces.
        —La tortilla dio la vuelta. Mi padre se defiende, es un marujón. Limpia toda la casa, cocina, compra...

        —En uno de los últimos anuncios publicitarios de la Dirección General de Tráfico un ciclista quedaba tetrapléjico al ser arrollado por un coche. ¿Le cuesta ver en la televisión anuncios así?
        —Los veo, y me gustan. Tengo compañeros que también están en sillas y que opinan que son mejores las campañas suaves, pero para mí las duras tienen más efecto en la gente, aunque luego cogerán el coche y se les olvidará.

Contar historias

        —Periodismo. ¿Por qué?
        —Dudé entre Derecho y Periodismo, y Periodismo parecía más suave, con libros menos pesados. Además como periodista puedes llegar más a la gente porque cuentas historias.

        —¿Son absolutamente objetivos los periodistas que ejercen actualmente?
        —Cada vez se tiende más a un lado o al otro, dependiendo de las circunstancias. Influyen los grupos mediáticos y el dinero, y luego está la prensa rosa.

        —¿La considera periodismo?
        —Es cotilleo. Morbo. Aunque me hace gracia, para mí el periodismo es otra cosa.

        —¿Qué "cosa"?
        —Un servicio que se hace a la sociedad, y que no se realiza contando que fulanita se acuesta con alguno.

        —¿Cómo cree que será el periodismo del futuro?
        —Convivirán el periódico tradicional con el periódico on line. Dicen que cada vez la gente lee menos, pero el periódico siempre se compra.

        —Se dice que Internet es universal, ¿pero llega también al campesino de un pueblo recóndito?
        —Requiere una labor de educación muy grande, pero Internet llega a todo el mundo. Es una de las consecuencias de la globalización, de la que lo peor es que beneficia a los de siempre, a los poderosos, los Estados Unidos de Bush.

        —¿Cómo calificaría periodísticamente los atentados del 11-S en Nueva York?
        —Una salvajada de Bin Laden. Aunque también hay que comprender que su tierra lleva cuarenta años sufriendo, y por algún lado tenían que explotar. No le justifico.

        —¿En que medida los medios de comunicación tienen el poder?
        —Son el tercer poder, por detrás de política y economía. El cuarto es la justicia, que está vendida. Los medios de comunicación son poderosos porque hacen mucho daño a los políticos, sobre todo a través de "cartas al director". No hay más que escribir a "cartas al director" para que al día siguiente un político te conceda una entrevista.

        —Tema de actualidad: las leyes contra el "botellón".
        —A la juventud basta con que le digan "no" para que haga lo contrario. Tampoco el "botellón" se va a terminar implantando la ley seca.

        —"Operación Triunfo". ¿Qué le sugiere que desde el PP se haya lanzado la idea de que los participantes en el programa representan a la juventud española?
        —No es una tirada de la moto, sino de dos. "Operación Triunfo" ha tenido éxito porque han invertido mucho dinero en él, y porque el resto de cadenas no dan nada.

        —¿Qué titular le gustaría leer mañana en el periódico?
        —Se ha acabado el terrorismo.

        —¿Cómo podría hacerse realidad?
        —La pregunta del millón. Puede que con el diálogo, siempre que los terroristas dejen las armas. Cada vez los detenidos son más jóvenes, y eso es porque les comen el coco cada vez antes. También me parece injusto que un periodista esté en peligro por tocar determinados temas.