Pro-Life Infonet, 6/3/99

ZENIT, 14.III.99

Después de un año de la vigencia en el estado de Oregon de la legislación que autoriza el suicidio asistido los doctores han expresado su oposición a ser los portadores de la muerte, en vez de dedicarse a curar los enfermos.

En las palabras de una especialista en cáncer, la Dra. Jana Reddoch, "No he sido capacitada para matar a las personas. He sido formada para ayudarlas a vivir el máximo posible". De las 15 personas que utilizaron la ley el pasado año en Oregon para pedir su muerte, 6 obtuvieron la negativa de cooperación para el suicidio por parte de al menos un doctor. Según los datos del gobierno del estado, el 67% de los doctores que tratan a las personas con enfermedades terminales declaran que se negarían a participar en un suicidio. Afortunadamente la ley permite a los doctores e instituciones la posibilidad de no facilitar la muerte de un paciente por causas morales o éticas. La Dra. Katrina Hedberg declaró que la negación por parte de los médicos de participar en los suicidios es análoga a la decisión de muchos doctores de no realizar abortos.