La eutanasia es un fraude que perjudica a la persona contra quien se comete

Ha declarado el Dr. Martínez-Lage,
ex-director del Departamento
de Neurologíade la Clínica
Universitaria de Navarra

El médico reclama un debate serio en
España sobre esta "mala práctica"

"La eutanasia activa es un fraude, una acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete", manifestó José Manuel Martínez-Lage, ex-director del departamento de Neurología y Neurocirugía de la Clínica Universitaria, en una mesa redonda sobre la eutanasia celebrada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra.

 

Un fracaso médico y sanitario encubierto

Según el experto, "la eutanasia representa un fracaso estrepitoso del médico que la ampara o la ejecuta. En consecuencia, convertir la eutanasia activa en un instrumento para reducir el gasto sanitario, como hacen los médicos holandeses, es como justificar el holocausto nazi para purificar la raza".

 

El desconocimiento del gran público

El profesor de la Universidad de Navarra, que expuso su opinión junto con los doctores Juan Luis Guijarro, director médico de la Casa de Misericordia; y Gonzalo Herranz, director del departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, reclama un debate serio en España sobre este tema. "La opinión pública cree que la eutanasia consiste en tomar una píldora, aplicar un supositorio o recibir una inyección milagrosa que alivian todos los dolores de la agonía y del trance de morir. No tiene conciencia de que es bien un homicidio, bien un suicidio".

 

Idealismo ingenuo de algunos

Martínez-Lage considera que "los ciudadanos partidarios de la eutanasia activa eligen ésta por desinformación y porque caen en el espejismo de que siempre tendrán un familiar o amigo cómplice que, en connivencia con un médico, va a decidir el cuándo, dónde y cómo se va a llevar a cabo la acción delictiva, de manera impecable y sin fallo posible de tipo alguno".

 

Desahuciado es muy distinto de terminal

Asimismo, el médico de la Clínica Universitaria aboga por redefinir "quién es un enfermo desahuciado". Esta es una noción más amplia que la de enfermo terminal tal como la entendió la Organización Mundial de la Salud. "Hay más enfermos desahuciados que los oncológicos que van a morir en breve espacio de tiempo irremediablemente".

 

Lo absurdo de los tratamientos desproporcionados e ineficaces

Ante el enfermo desahuciado, el profesor propone explicitar "qué acciones terapéuticas son fútiles y cuáles no. Un acto médico fútil es aquél cuya realización está desaconsejada porque es ineficaz o porque es perjudicial para el paciente". (...) "Consensuada la futilidad de un tratamiento hay que dar paso en todo su vigor -comenta-- a los cuidados terminales o paliativos aplicados con conciencia, ciencia, prudencia y experiencia por el médico y la enfermera".

 

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