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La
confesión de Ramona Maneiro, ampliamente difundida en los medios
de comunicación, alimenta el debate sobre la legalización
de la eutanasia. No resulta casual la utilización mediática
de este asunto. Es muy probable que, de nuevo, éste se plantee
intencionadamente como una lucha de los que defienden la libertad
de disponer de la propia vida. Me parece importante no simplificar
el tema ni manipular el sufrimiento de los enfermos. Hay razones que
pueden ser compartidas ampliamente para rechazar la eutanasia.
En
ocasiones es difícil hacerse cargo del sufrimiento de muchos
enfermos; pero precisamente por ello hay que escuchar especialmente
a los profesionales que los tratan diariamente. Si se legalizase la
eutanasia, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos ya ha
señalado que "los pacientes más débiles
o en peores circunstancias serían los más presionados
a solicitar la eutanasia. Paradójicamente, una ley que se habría
defendido para promover la autonomía de las personas se convertiría
en una sutil pero eficaz arma de coacción social".
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Un
caro precio |
Con
esta afirmación coincide el Consejo Nacional de Ética
de Dinamarca, un país que no se distingue por su inspiración
religiosa. Además, no se trata de meras especulaciones: los más
de 1.000 casos anuales de eutanasia involuntaria en Holanda no son daños
colaterales, y no tanto por el número; no se puede exigir un
derecho cuando su precio supone un riesgo elevado de arrebatar la vida
de personas indefensas.
La
eutanasia parece una solución para el sufrimiento de los enfermos.
Sin embargo, esta opción, aparentemente progresista, tiene
como trasfondo un brutal individualismo social y un eficaz fin utilitarista.
Frente a esto, es necesaria una clara defensa del más débil
mediante la adopción de medidas que permitan una mejor atención
de los enfermos terminales y sus familiares. Es socialmente obligado
trabajar en esta dirección como alternativa a la eutanasia
aunque esto exija una mayor dosis de solidaridad que sólo se
conseguirá mediante un esfuerzo ético por parte de todos.
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